BENITO


El 8 de marzo de 1964, quedará marcado para siempre en mi memoria a consecuencia del fallecimiento de Vicente. Siempre le recordé y recordaré por lo que en mi vida significo.

La agencia donde trabajaba, seguía funcionando bien y aquel verano solo pude pasar 15 días en Villalba. Salía a las 13:30 y puesto que  mi trabajo se encontraba en la Calle Real, al lado de una zapatería que se llamaba "Vogue" me encaminaba por La Marina hacia La Solana, que era la piscina del hotel Finisterre. Tomaba un poco el sol, me bañaba en la piscina y comía un bocadillo. Ya fresquita,  hacia las 4 de la tarde, volvía al trabajo. A las 8 de la tarde, solía salir hacia casa, sin antes dar un paseo por la Calle Real, donde vuelta tras vuelta, solía quedar con alguna amiga de entre las dependientas  que trabajaban en La Maja, una tienda de ropa que estaba a unos metros de mi agencia. Tres días a la semana iba de 7 a 10 de la noche a la calle Olmos.  Estaba entonces El Ballet Gallego en esa calle, encima de una cafetería que se llamaba Chipen. Yo seguía bailando aunque no iría a la Feria Mundial de Nueva York con la Compañía, ya que no tenía permiso.  Precisamente allí, estaba yo el día que asesinaron al presidente Kennedy. Hay días que cuando sucede algún suceso importante, recordamos con nitidez donde estabamos.
Así transcurria el día a día en esta tierra, siempre añorando a mi familia que tan lejos se encontraba. Aún me quedaba mi prima Tere con la que salía con frecuencia. Ella trabajaba en la refinería de petroleos que por aquella época se estaba construyendo en La Coruña.
Benito, aquel muchacho que había conocido allá por diciembre, en el baile de mis compañeras de PREU de la academia Nebrija, estaba navegando en un barco, ya que estaba estudiando en La Escuela de Nautica de La Coruña. Debía hacer prácticas de navegación durante 150 días, antes de regresar en junio y así  terminar su carrera, examinandose para conseguir el título de Jefe de Máquinas. Ya sería el final de sus estudios y tras unos días en tierra, embarcaría en un petrolero de la C.A.M.P.S.A., el monopolio que administraba el petroleo en España por aquel entonces. Benito ya había navegado en esa flota, como alumno y maquinista durante 5 años.
Estas fotos son del día 25 de junio de 1964. Recibiendo el diploma de manos del Director de la Escuela de Nautica D. Honesto Valle Collantes y del Capitan General de La Coruña. Fue el nº 2 de su promoción.
Benito, era hijo de un marino de raza y de una maestra hija y hermana de periodistas. El padre estaba de maquinista en un barco de C.A.M.P.S.A. que surtía a los pesqueros de petroleo en el muelle del Berbes en Vigo, ciudad donde vivían. Tras 15 días embarco en el petrolero Campogris que hacía la ruta por el Mediterraneo.

Cada vez era más la añoranza que sentía cuando venían a mi cabeza los recuerdos de mi vida con mis padres, mi hermano y toda la familia que no volvería a ver jamás. Y de aquella tierra que con sus defectos había sido un paraiso incomparable con la España que yo estaba viviendo, con la agravante que me sentía una extraña entre todos. Aún así echaba fuera esos pensamientos y seguía adelante. Como casi siempre en verano, fuí a Villalba a pasar unos días de vacaciones. Ese año en particular fue duro, Vicente ya no estaba. El primer día que llegué acudí al cementerio para rezar ante su tumba. despues me acerque a la casa de sus padres y recuerdo con cariño el afecto hacia mi, que siempre me dispensaron, al igual que sus hermanos con los que charlaba habitualmente durante los días que pasé en Villalba. Ellos volverían a Madrid.....en septiembre y después de San Ramón, fiesta local de Villalba, volví a La Coruña..