HIJOS

La palabra que mas cosas encierra. No comparable con otra, tan importante como, madre o padre. Ellos, los hijos, son lo mas preciado que puede tener nadie, aunque a veces los comportamientos equivocados que la vida te hace dar, nunca los arrancas de tus entrañas. Alicia ¿Recodáis? Mientras estuvo conmigo en una etapa durísima de nuestras vidas, me hizo recapacitar. Entre tantas cosas , me quedó este verso del filosofo indu Khalil Gibran. Leyéndolo te das cuenta de cuanta sabiduría y verdad hay en estas palabras. Quiero que lo leáis....
TUS HIJOS
Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma. No vienen de ti,
sino a través de ti y aunque estén contigo
no te pertenecen. Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana,
que no pueden visitar ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual,
tus hijos como flechas vivas son lanzados. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad. Khalil Gibran

CINE RODI

El cine Rodi estaba en El Vedado, creo que en la calle Calzada. Muchas tardes íbamos desde casa habría cuatro cuadras (manzanas) a ver las películas que en 1959, todavía eran estrenadas en Cuba al mismo tiempo que lo hacían en E.E. U.U. Allí vimos muchas de Rock Hudson y Dorys Day, Sandra Dee, Marilyn Monroe, Elvis Presley, por cierto en las de este último, al llegar a las escenas donde cantaba sus canciones, los chicos y chicas saltaban de sus asientos y se ponían a bailar por los pasillos, era muy interesante, la pijería cubana. La entrada a los cines costaba $1.00 americano que por entonces estaba equiparado al peso cubano, 45 pesetas de España. En los cines se podía fumar porque el aire acondicionado lo permitía, en los asientos había ceniceros. Nosotros Tere y yo, que ya fumábamos aprovechábamos, era un chollo pues en casa no nos dejaban. Antes de la película ponian el noticiero y cuando salía Fidel Castro, la gente chillaba y gritaba contra el, era sorprendente, aunque entonces no había empezado la ferrea represión.
Ya sobre junio papá compró el piso de Malecón en el nº625, entre las calles B y C, del Vedado, era un piso muy grande, solo una vivienda por planta, papa lo hizo decorar y quedo muy bonito, también trajo un piano donde mami , después de comer tocaba todas las tardes, quizás es por lo que me gusta tanto escuchar música de piano, para mi el rey de los instrumentos musicales. Mamá estudió la carrera de piano en el Conservatorio de La Habana, con el Maestro Benjamín Orbón, muy joven, mas tarde se haría Concertista. En Suarez, también tocaba, siempre me viene a la memoria, aquellos momentos y recuerdo con dulzura su silueta de espaldas y nosotros escuchándola sentados en los sillones de la sala, Maruchi, cuando vivíamos allí, venía también.
Al piso de Malecón venían mis primas a dormir, entonces los cuatro nos divertíamos mucho, bailabamos, leíamos, paseábamos y en fin.... disfrutábamos mucho. Un día que Tere se quedo a dormir, por la mañana se baño en nuestro baño, cuando salió de ducharse, Kiko, comenzó a hacerle burla, levantando los brazos y mirándose al espejo, esto nos extraño, pero el muy cabrón, nos explicó mas tarde, se había metido en un armario dentro del baño donde mama guardaba las toallas, antes de entrar ella y desde la puerta entreabierta vio como se quitaba la ropa y mientras corría el agua en la ducha hasta que saliese caliente, se miraba las axilas y las espinillas, luego cuando cerro las cortinas de la ducha, salió sigilosamente, según dijo, solo había sido curiosidad, las siguientes veces que vendría a casa, siempre que entraba en el baño, abría la puerta del armario del baño. Al pasar los años pienso que Kiko estuvo enamorado de ellas, platonicamente, claro, sobre todo de Tere.
Las Navidades de 1959, tras la muerte de Maruchi, nos reunimos en Malecón para pasar Nochebuena , Teté, Nicolás y Tere, fueron unas Navidades entrañables. Las últimas Navidades que pasaríamos todos juntos.

LA GRADUACIÓN DE TERE

Tere estudió en la "Academia Ruston" Secretariado Bilingüe, ya había llegado al final y aquel año de 1959, se graduaría. Al llegar a Cuba, me encontré con una vida que era nueva para mi, en España no salía con amigas sola, siempre lo hacía con mis padres y Maruja, así que al llegar me confundí en la vorágine de La Habana. Mama tenía muchas amigas y de entre ellas una en especial, "María la de Cano", esta, tenía un hijo llamado Tino. Era 11 años mayor que yo, le conocía desde pequeña, mami siempre decía. .-Tino te cargó de chiquita. Cargar, en Cuba no era otra cosa que tenerte en brazos, mama siempre albergó la idea de que a mi me gustase el, pero pa'na'. Los Cano, tenían una casa en Tarará, así que Tino nos invito a un baile en el Club y fuimos. Tino, trajo un amigo para Tere, se llamaba Ernesto Iglesias, su padre, tenía una joyería en la calle San Rafael, que daba al costado de la casa de Tere. Ernesto, siempre estaba en la puerta y desde el balcón de Tere se veían las puntas de sus zapatos. Varias veces salimos mas, pero esto viene a cuento porque el día que se graduó Tere, a Tino le operaban de Apendicitis, yo no tenía pareja para ir y Ernesto consiguió una para mi, era el hijo del alcalde de Tarará, muy mono, pero era mulato, cuando papa lo vio se quedo blanco, no es que fuera racista....Que va, pero si era racista para conmigo...ya se sabe. Hacía un día precioso, llegamos al Ruston y nos sentamos en las sillas del publico, enseguida aparecieron los graduados, chico y chica ellas vestían de largo, en color blanco y con un ramo de rosas rojas, caminaban sobre una tarima y se iban colocando, tras darles los diplomas, hubo una especie de merienda baile. Al terminar la fiesta de graduación en el Ruston, algunas familias fuimos a Tropicana. Cuando vi la película "Grease" me vino a la mente aquel día. Tropicana, llamado el mayor Cabaret del mundo era fabuloso, tenia forma redonda el centro, con dos pistas que giraban con sendos espectáculos, alrededor, las mesas. En otras salas, había un casino, algunas barras donde tocaban tríos de cantantes y algunas chicas bailando sobre la barra, también tenía un jardín enorme con una fuente, donde el centro, era una bailarina que daba vueltas sobre si misma. El techo del cabaret se descubría y se veían las estrellas, es un recuerdo inolvidable. Papa, se parecía a Xavier Cugat, aunque mas joven y guapo que el, contaba, que un día al salir de Tropicana, se dirigía hacía su coche, cuando un chofer abrió la puerta de un coche, y quitándose la gorra le hizo una reverencia diciéndole: .- Sr Cugat... El se quedo sorprendido, y sonriéndole le dijo: .-Se confunde usted, yo no soy el señor Cugat...y siguió caminando riéndose.