LOS GUIZÁN CAO

De la familia de mamá, ya os conté algo, pero ahora voy a hacerlo con de la de mi padre.
Francisca Cao Bahamonde nació en Muras, cerca de Vivero, en la provincia de Lugo, allá por el año 1857. Manuel Guizán Pita nació en Xermade, Lugo en 1855. Estos eran los padres de Justo, vuestro abuelo. Se casaron y montaron su vida en Candamil, Manuel era herrero y tenía el título de Maestro, otorgado por AlfonsoXII, Francisca era analfabeta y así murió, paradójico ¿no? Mis abuelos tuvieron siete hijos por orden:
Juan: Fue el primero en emigrar, nacería sobre 1880, se casó con Esperanza Guerreiro, natural de Vivero, algo os conté de él, murió en 1957, tuvo una hija, Berta. Gervasio: Nació en 1889, se casó con una costurera de Lousada, prima de las hermanas Quintás, que fundaron las tiendas de La Coruña, "LaMaja" y "Pascual" emigraron a Cuba, tuvieron un hijo, Gervasito al que conocisteis cuando vino a España con Felix y murió de un infarto, al tomar el avión para Londres en Barajas. En Cuba tenían una franquicia de una marca de ropa especializada en bañadores de señora, "Jantzen". Eran mis padrinos. Regina: Nació en 1892, se caso con Modesto Freire, natural de Castro del Rey, emigraron a Cuba donde tuvieron una ferretería, nacieron 2 hijos, Modesto y Juan. Volvieron a España, para papá fue su segunda madre, contaba mamá que había visto llorar a papá solo 2 veces en su vida, una en el año 1950, cuando tuvieron su problema y la segunda cuando murió Regina. Yo lo vi una tercera, cuando nació vuestro hermano Jóse.
Marcial: Nació en 1895, emigró a Cuba y volvió a España, se casó con la hija del alcalde de Somozas, un pueblo cerca de Ferrol, se fundió todo el dinero de su suegro, o mejor dicho se bebió. Tuvo 3 hijas, Berta, que vive en Londres, Pura y Beatriz. Se ahorcó en 1967 porque no podía dejar el alcohol. Esperanza: Nació en 1899, fue a Cuba a vivir a casa de tío Juan, su mujer la puso de chacha y se volvió para España. Se casó con Francisco Paz ya madurita, decía mamá que abuela, cuando tío Pancho venía a pavear, se iba a dormir temprano arriba, para ver si la dejaban preñada y así la casaba. Amen..... de la estrategia nació Paquiño. Pura: Nació en 1902, se caso con Crisanto González, de Candamil y emigraron a Cuba se montaron su vida en Güines, ya os hablé de ella, quedó viuda muy joven y papá la ayudo etc...nacieron Manuela, Regina, Crisanto y Herminia. Justo: Nació en 1904, emigro a Cuba, conoció a una cubana que le sorbió el sesito, se casaron y tuvieron 2 hijos Kiko y yo.
Abuelo Manuel murió en 1911, cuando papá tenía 7 años y Francisca con 92 años, en 1949.
Foto) Grupo de amigos en una fiesta (Candamil) papá es el que tiene el queso encima de su rodilla. A la derecha la chica de blanco es mi tía Esperanza y detrás se ve una señora al fondo vestida de negro. Es mi abuela Francisca. Foto) Emigrantes en Cuba. Papá agachado, pone su mano sobre la cabeza de un amigo.

ADIOS A CUBA.......


Adiós a Cuba... es una pieza que Ernesto Lecuona compuso en Las Canarias tras su exilio y que utilizó Andy García en su película "La Ciudad Perdida" sobre un guión de Guillermo Cabrera Infante. Estoy tarareando los tristes compases de esa pieza y me viene a la memoria la última vista desde el aire de La Habana.
La Navidad de 1960, la pasamos en casa de Jesús Fernández y Aurora, (el consuelo de mamá después de haberse quedado solos), ellos eran los padres de Aurorita, tenían una tintorería en Marianao, por entonces, ya se había planeado mi salida, papá me había hecho escoger entre ir a los Estados Unidos ó para España, por supuesto decidí rápidamente irme para España, total sería por tres ó cuatro meses, como mucho un año......si, si.... solo fueron 47 años.
Por la radio se alertaba de una inminente invasión a Cuba por parte de los americanos. El Malecón estaba lleno de soldados armados hasta los pelos y con las antiaéreas preparadas para atacar. Ante esta situación, papá decidió trasladarnos a un hotel detrás del Capitolio y al lado de la casa de Tere, el Hotel Campoamor, en la calle Industria, que ya no existe. Ya en las habitaciones y llegada la noche, escuché discutir a mis padre sobre la conveniencia de que mamá debería acompañarme. Muchos amigos de mi padre, al quedarse solos tras haber mandado a sus familias fuera, sintiéndose solos y deprimidos, se habían suicidado, no pensé de él tal cosa, porque papá era hombre valiente y sensato, pero tenía miedo porque la desesperación, a veces, lleva al mas integro, a cometer actos impensables. Al día siguiente les planteé que no me iría si mama venía conmigo, además, no se alargaría mucho la separación y yo estaría bien, si acaso la situación se alargaba mamá, siempre podría irse a España, para estar conmigo.
Mi padre, siempre dijo que lo que le había costado tanto levantar, no lo abandonaría, solo en el caso que le llegara la hora en la que el Gobierno actuara....... solo así, entonces se iría. Así fue que, aquella alegría de antaño empezaba a convertirse en tragedia. La consecuencia de esta Revolución en la parte trágica, no era la pérdida material, que también lo fue, sino en lo personal, en el sentido de que las familias se deshicieron por completo, plantando a cada uno en un sitio diferente.
Mi destino era en La Coruña, Galicia y sería en casa de un sobrino de mi padre, hijo de su hermana Regina a la que él adoraba y que murió muy joven. Juan, adonde yo iría, al igual que su hermano Modesto, había nacido en Cuba, adonde sus padres habían emigrado, ellos tenían en sociedad con otro paisano, una ferretería. Siendo los niños pequeños habían disuelto la sociedad y se habían vuelto para La Coruña. Mas tarde, Modesto volvió a Cuba donde vivió hasta que se fue para Chicago, para mas tarde morir en Miami.
Ya estaba todo en marcha, enseguida le escribí a Vicente para decirle que no sabía si iría en barco o en avión y que al llegar a España, le llamaría. -Por barco no quiero, prefiero ir en avión. Así, pensé y se lo comunique a mis padres, iría a Madrid directamente y vería a Vicente, dichoso Vicente. En Madrid, vivía González que había salido de La Habana porque tenía una fábrica de colchones y ya se la habían birlado los barbudos. González vivía en la calle Rey Francisco, casi esquina a Princesa, en esa casa se rodó la película "¡Pim!, ¡Pam! Fuego" que protagonizaron Concha Velasco y Fernando Fernán Gómez. Encantados de recibirme, le dijeron a mi padre, me irían a buscar a Barajas y tras unos en MadridLlegó el 25 de febrero de 1961, a las tres de la tarde salía mi vuelo, a las dos había que estar en Rancho Boyeros que era el aeropuerto. Algo me hizo ir a la terraza de mi casa y mirar al horizonte, a ese mar que tiene tantos azules, desde el celeste hasta el marino intenso y a esas olas que rompían con rabia en el muro del Malecón, esa rabia que siento ahora al recordarlo.
En el aeropuerto estaban todos, Manuela, Celestino, Teté, tía Pura, Quinito, Pepito....pero faltaba Herminia, ella no estaba. Entregué el pasaporte y pasé a la "pecera", allí estabas una hora viendo a la gente tras una pared de cristal y donde te llamaban para cachearte no fuera que te llevaras algo mas de lo que debías, que eran nada menos que 20 Kilos de ropa. Cuando abrieron las maletas, sentí un frio espantoso, mamá había abierto el forro de una de ellas y había metido $5.00 en monedas de 25 centavos que años mas tarde, 13 de ellas fueron mis Arras de boda, además papá me dio un billete de mil pesetas que todavía estaba en circulación y que yo llevaba dentro del "ajustador" sostén, esas me las quite en cuanto el avión despegó, pues el vuelo era de Iberia. Sacar divisas era un delito que me habría costado no salir y algo mas, pero el que podía lo hacía y a mi me salió bien.
Llamaron al vuelo y eché la última mirada antes de ponerme a la cola, entonces vi a Herminia sofocada, venía corriendo, deje la cola y salí disparada hacía el cristal, ya no pude mas, empecé a llorar, primeras lágrimas de las muchas que me quedaban por derramar, al verme llorar, se acerco un miliciano armado, como todos, y me dijo: -¿Por que lloras, linda, si te vas de paseo? entonces como idiota miré para el y le conteste acobardada: -Bueno compañero, es la emoción. Pedazo de cabrón, pensé para mi, claro.
La salida de La Habana desde el aire, es preciosa, el avión se aleja y luego pasa por arriba, parece que lo estoy viviendo. Íbamos unos 10 chicos y chicas entre 15 y 16 años, nos pusieron juntos, el vuelo hacía escala y duraba 18 horas. Aterrizamos en las Azores y bajamos al aeropuerto, nadie pudo tomar nada porque no teníamos dinero, yo si, pero las monedas que me valían estaban en la maleta y las mil pesetas no eran válidas allí, asi que, a pasear 2 horas por el aeropuerto, pareciamos una excursión, todos juntitos, uno detrás de otro.

ADIOS....TERE

Kiko se había ido, Maruchi, también... y ahora era Tere la que se iba para España, hacía solo un año y medio que habíamos regresado y ya me quedaba sola de nuevo.
En Cuba, la gente empezaba a mandar a sus hijos fuera del país, se organizó una operación clandestina que denominaron "Operación Peter Pan", consistía en buscar familias en Los Estados Unidos que recibieran a chicos y chicas cubanos entre 12 y 16 años, temporalmente, supongo que, para ver que rumbo tomaba la nueva situación en Cuba, se produjo un éxodo masivo de jóvenes, algo parecido a lo que en España se produjo cuando la Guerra Civil, "Los niños de la Guerra" que fueron llevados a Rusia. Aquella situación no podía durar por mucho tiempo, estaban nacionalizando toda la industria, comercios, colegios y militarizando al país, la gente sospechaba que alguien pondría fin a esa actitud de los nuevos gobernantes, además, los jóvenes se estaban implicando en movimientos de contrarrevolución y corrían peligro. Ellos se quedarían en Cuba y mas tarde....ya se vería.
Así es, que Tere se iba para España y nada menos que a La Coruña, le conté como era la ciudad, que le iba a gustar y que la gente era muy animada y quizás la ciudad le recordaría a La Habana. Tere estaba ilusionada y contenta, iría a casa de un hermano de su padre que era militar y vivía en la Avenida de Finisterre, empezamos a preparar su salida. Tere pasaría por Madrid y estaría unos días, aproveche para darle la dirección de Vicente y su teléfono, con la intención de que lo conociera, ya que yo le había hablado mucho de él.
Llegó el 28 de diciembre y Tere se marchó, el avión tuvo una avería y estuvieron en Las Azores, creo, mientras reparaban el avión. Llegó a España, era Navidad, su familia conocía a una actriz de teatro y me contó que el día 31 habían tomado las uvas en el teatro, en medio de la función. También llamó a Vicente y el con sus hermanos y Manolito, su primo, fueron muy amables con ella. Yo sentí envidia, me moría de ganas de estar allí.
Me había matriculado ya para cursar el último curso de Diseño y Dibujo Comercial y seguía mi vida, ahora pasaba mucho tiempo con Silvia y con Aurorita, a la que había conocido en Villalba porque habían hecho un viaje a España y coincidimos un tiempo, nuestros padres se conocían ya. Con Aurorita, íbamos a nadar y a pasar tardes al Casino Español, que era un Club filial del Centro Gallego, allí pasábamos muchas tardes.