AMERICAN ACADEMY

Compañera del curso de Diseño en el año 1960
Cena con algunos compañeros
Gloria, Tere, Irene,(prof. de Diseño) Isis, (prof de modelaje) Gladys, Marta
de pie, Julian, Nereyda, Cristina, yo, Gerda, Pedro.
Siempre me gustó dibujar, en mas de una ocasión, en el colegio, me castigaron por pintar en libros y libretas, mi ilusión era ser pintora.
La asignatura de Dibujo consistía en pintar una lamina, ya fuera de frutas, animales, flores etc... siempre saqué sobresaliente y mas de una vez les hacía los dibujos a muchas compañeras en casa. En España había terminado 3º de Bachillerato y al llegar a La Habana mis padres me preguntaron que quería hacer, enseguida les respondí que quería algo relacionado con el dibujo. Para entrar en la Academia de Bellas Artes, se precisaba haber terminado el bachillerato, así que me quedarían dos años mas de espera, comencé a informarme y descubrí las Artes Aplicadas, así se lo dije a ellos. Las Artes Aplicadas consistían en estudios de dibujo aplicados a la publicidad, decoración y moda, eso era lo que yo quería. La American Academy, era una casa en El Vedado, en la calle Linea, constaba de dos pisos con seis aulas, la directora se llamaba Lily del Barrio, ella había estudiado en los E.E. U.U con, la que en aquella época, era famosa diseñadora de Hollywood Edith Head. Lily se había casado con un norteamericano y volvió a Cuba donde monto su academia, de aquí el nombre de la misma.
Tenía tanta ansiedad de comenzar, que me matriculé en Diseño por las mañanas y en Dibujo Comercial por las tarde, las clases eran de 4 horas cada una, de 8.00 a 12.00 de la mañana, iba a Diseño y de 4.00 a 8.00 de la tarde, a Dibujo Comercial, unas veces me recogía papa y otras me llevaba alguien a casa. Me sumí en un mundo existencialista, con mis 14 años y en la época de los sesenta, aquello era lo mas in. Vestía de negro, me teñía el pelo de rubio platino, fumaba en boquilla, íbamos al teatro a ver obras de Tennessee Wllliams, etc....ahora me sonrío al recordarlo, porque hasta me dio por escuchar canciones francesas de Juliette Greco, que era la musa del existencialismo y leer a Simone de Beauvoir y a Jean Paul Sartre, me duró poquísimo porque me aburrió mucho no estaba yo para filosofías tan trascendentales. Tuve muy buenos compañeros, los chicos, algunos eran gays, sobre todo los de diseño, eran muy buenos, siempre pense y sigo pensando que ellos, los gays, son los hombres ideales como amigos, así me lo demostraron, Pedro, Julian, Manuel, los quise mucho. ¿Que sera de ellos ahora?
Mis padres veían mi transformación sorprendidos y no muy contentos, creo, porque un día papa me dijo:.- Vístase y acompáñeme. Papa cuando eran cosas serias nos trataba de usted. Así fue, bajamos al garaje y al salir a la calle le pregunté adonde íbamos, no me contesto, puso la radio, pensé, no me habrá escuchado, cuando de repente paró en una perfumería muy grande. Miré sorprendida, interrogante para el y me soltó: .-Bájese y cómprese un tinte para el pelo de su color. Proteste... un poquito, pero tuve que obedecer, así se disipaba mi época existencialista y volví a la realidad. Los cursos eran de 6 meses, terminé dos con muy buenas calificaciones, hacíamos desfiles e íbamos a todos los Fashion Shows que había en La Habana, me gustaba mas el diseño que la publicidad pero se me daba bien igual, iba a empezar el tercer curso, que ya era el final....pero esto ya es otra historia.

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